Considerando una licenciatura en arquitectura? ¿Te preguntas cómo será la facultad de Arquitectura? Imagina esto:
Son cinco minutos antes de las 9 AM. Entras en una universidad con paredes cubiertas de graffiti e instalaciones recicladas al azar donde sea que mires. Un ejército de estudiantes te está pasando rápidamente dirigiéndose a sus clases con reglas T como espadas y hojas enrolladas a la espalda como municiones. Ves a algunos estudiantes zombificados encharcados sobre sus planos a las afueras de su facultad, construyendo cuidadosamente un signo del Norte como si su vida dependiera de ello, mientras que unos pocos se están quemando las manos apresuradamente tratando de pegar el techo de broche a las paredes de sus maquetas. Alguien está gritando por un 0.4 Micron, y ves llanto y risas dentro de la misma periferia visual. En el interior, los planos se fijan en las paredes, las maquetas se arreglan en la parte delantera y los profesores juzgan desde lejos haciendo una lista mental de qué planos romperán.
Licenciatura en Arquitectura no es para los débiles y poco entusiastas. Pregúntele a cualquier estudiante de arquitectura desprevenido sobre qué esperar, y su reflejo natural será apuntar hacia la puerta, susurrando ‘¡CORRE!’ antes de comenzar con rondas de consejos de precaución en caso de que ya hayas tomado la decisión, después de todo, te estas condenando a la vida de un estudiante de arquitectura.
Independientemente del terror que este curso evoca en sus estudiantes, encontraras que la tribu de arquitectura tampoco puede vivir sin esto. Esto, amigo mío, es en lo que te estás metiendo si eliges arquitectura: una relación de amor / odio de aprendizaje constante y reelaboración constante.
Entonces, aquí hay una lista de casillas para “Revisar con precaución”:
1. La verificación de la realidad:
Primero y ante todo, si tu asumías que todo tu trabajo duro y tus tiempos difíciles terminan después de las Presentaciones, oh, querido Niño, esto recién empieza.
2. El estudio:
Esta es una regla, en realidad. No los llamamos aulas, los llamamos estudios. Su lugar de trabajo no será un lugar de 6 horas por necesidad; Vas a construir, hacer una lluvia de ideas e imaginar mundos en este espacio. Tu estudio se convertirá en tu templo y es a partir de aquí en la universidad que aprenderás a respetar tu espacio de trabajo.
Entonces dilo conmigo, Stuuu-dii-oo. Trabajamos en Stuuu-dii-oos.
3. El desaprendizaje: reaprendizaje:
Desaprenderás mucho antes de rascar la superficie del aprendizaje. Por ejemplo, prepárate para despedirte de tus afiladores porque tus profesores los tirarán a la basura el primer día y te presentarán la técnica del hombre de las cavernas de afilar con una cuchilla. tus reglas de 15 cm se dividirán por la mitad, ya que se espera que trabaje con regla T, escuadras y lápices de grado B. Ah, y si crees que al menos te dejarían escribir en paz, piénsalo de nuevo. Le enseñarán a escribir sus hojas (las letras a mano alzada son algo legítimo), así que despídete también de tu escritura. Tu paciencia y persistencia se pondrán a prueba de formas que no veías venir, pero te aseguro que con el tiempo, tendrá sentido cuando tengas tu Licenciatura en Arquitectura.
4. El “Rehacer”:
O te vas a ahogar en el océano de presentaciones que serán lanzadas hacia ti o vas a YOLO-IDGAF (You only live once-I don’t give a fuck / solo se vive una vez-me importa una m…) con él, eventualmente te pasaras la vida rehaciendo porque [A] – No importa cuánto te hayas preparado para ello, no sabes nada y deberás hacerlo una y otra vez para aprender, y [B] – Rehacer es la base fundamental de la Arquitectura y el Diseño. Los grandes diseños no solo suceden; vienen después de varias pruebas y tribulaciones, experimentación y aprendizaje. Tus profesores te harán rehacer varias veces en tu primer año solo para sacarte de tus casillas y para que comprendas el compromiso que requiere esta profesión. ¿Mi consejo? No te desanime cuando obtengas uno (o más de uno). Cuantas más veces rehagas las cosas, más amplia será tu portafolio al final y esa es la marca del trabajo duro y el progreso.
5. Vida social:
No es necesario decirlo, pero no habrá ninguna, o más bien, será limitada (no matemos todos tus rumores hoy) hasta que aprendas el arte de la organización del tiempo o la habilidad del trabajo inteligente. Le aseguro que para el final del primer año, conocerás al menos uno de los dos para tu beneficio y el equilibrio del mundo se restaurará a partir de entonces.
6. El “¡Quiero dejarlo!”:
El desaprendizaje, el reaprendizaje y la falta de vida social te afectará y tu, como cualquier otro estudiante de arquitectura desde el principio de los tiempos, reconsiderará el curso. Es una reacción natural y un rito de iniciación en la comunidad de Arquitectura. La mayoría de los estudiantes pasan por esto en el primer mes, pero algunos con una gran cantidad de agallas pueden tener el primer desanimo al final del semestre. A todos ustedes les digo que sobrevivirán y vencerán.
7. Aprendizaje subjetivo:
A diferencia de la mayoría de los cursos, no hay un patrón o programa establecido en piedra para aprender las cosas que aprendes en Arquitectura, y eso te da mucha libertad para aprenderlo a su manera. No hay una forma correcta o incorrecta de hacerlo, por lo que puedes ingresar a la Plataforma 9 3/4 o golpear una pared de ladrillos, pero tendrás una aventura en ambos sentidos y, después de múltiples intentos, llegarás a Hogwarts. Esa es la belleza de este curso: encontrarás tu camino mágico en él.
Aprenderás materias tan vívidamente diferentes a las de la escuela también. Imagina explorar la rueda de colores en un tema, los materiales en el otro. Las tareas serán en cascada, claro, pero aprenderá exponencialmente sobre temas a los que no prestó atención anteriormente. Tus habilidades de observación se dispararán incluso si te tomas el tiempo para encontrar tu ritmo en este curso.
8. Calificación subjetiva:
Para todos los estudiantes de categoría A que pasaron rápidamente por la escuela, la calificación arquitectónica será un gran golpe para su autoestima. Sus profesores no solo lo quemaran con sus críticas, sino que tampoco les otorgarán calificaciones por hacer sus tareas en la carrera en arquitectura.
La arquitectura y el diseño son de naturaleza subjetiva, por lo que, lo que ves como un trabajo alucinante podría ser un “¿Alguna vez intentaste usar tu cabeza en este diseño?” a tus profesores. La clave es dejar tu orgullo en casa y permitirte un espacio para aceptar las críticas. Debes poder defender tu diseño frente a tu jurado, pero también estar lo suficientemente motivado para respetar y comprender sus sugerencias.
9. La comunidad:
La miseria ama la compañía y la fraternidad arquitectónica es prueba de ello. Pasará noches sin dormir y días sin bañarse, pero no estará solo mientras realiza su licenciatura en arquitectura. Salvo algunas excepciones sociópatas de alto funcionamiento, descubrirá que todos a su alrededor navegan en el mismo bote de confusión e inquietud y que todos están dispuestos a ayudar si lo solicitas, especialmente a los alumnos de últimos años. Este curso no perdona a nadie, y esa es la mejor parte.
10. El “¿Felices para siempre?”
La industria es un lugar difícil de dividir en el que te está metiendo, y los rendimientos financieros son bastante desproporcionados para su inversión principal. Entonces, si tu asumes que todo tu trabajo duro y tus tiempos difíciles se verán recompensados después de la universidad, bueno, te equivoca ingenuamente. Pero eso es para otro artículo.
La arquitectura te va a moler, pero también hará espacio para que tu pasión encuentre sus raíces y florezca a su debido tiempo. Si leer esto excita tus huesos, los próximos cinco años serán tu mejor momento. Si no es así, no se preocupe, aprenderá y se sorprenderá de lo mucho que ha crecido al final del curso porque inevitablemente lo hará.
Este curso de licenciatura en arquitectura es una aventura montañosa y la escalada seguramente lo cansará, pero recuerda lo que dicen: la vista desde la cima supera la lucha cualquier día. Cuenta con eso, mi amigo, y también disfrutarás el viaje.
Periodista arquitectonica
Rethinking The Future
Shivani Pinapotu es casi una arquitecta. Comenzó a escribir para darle sentido a la arquitectura y en ella encontró su alegría. Ella cree que la arquitectura es tanto un proceso creativo como una expresión, una celebración, un millón de historias sin contar y aspira a desplegarlas todas a través de sus palabras.
